jueves, enero 21, 2016

Las primeras lecturas

Aprendí a leer en preparatoria (hoy creo que se llama parvularia 5 o algo así) con la madre franciscana Bernarda Jimenez y la madre Emperatriz (cuyo apellido a estas alturas de mi vida se perdió en las profundidades de mi cerebro). 
Cuando entré a primer grado (De seis años, porque antes no habían esas cuestiones de la generación de cristal de que "está muy chico el niño pobrecito") me educó otra madre, su nombre Evangelina Cabezas Duran, la que los padres de familia decían que quería sacar bachilleres en primer grado; por cierto con esta última Madre leímos de todo y para nosotros los niños de entonces estubimos en las grandes ligas (leer Clásicos por ejemplo). Ese tridente de monjas más mis padres, me hicieron aprender a leer (a veces a palos) a corta edad.

Mis primeras lecturas se remontan  a los libros que habían en mi casa, los Clásicos para variar. Además, viví rodeado de lectura básica y propia para mi edad. Recuerdo cada año el almanaque Escuela Para Todos, la Enciclopedia de la vida animal mas unos clásicos de la editorial Bruguera Juvenil. Un pequeño diccionario Enciclopédico Juvenil, cerca de 20 fasciculos de una Enciclopedia de la Segunda Guerra Mundial, parte de una enciclopedia de Historia del Fútbol (No lo juego pero se un poco de historia) en fin... ademas de los periódicos matutinos de mayor circulación.

Si quería diversión mi madre nos compraba paquines cada semana (los paquines eran historietas cómicas impresas para que mis jóvenes lectores me entiendan), habían tres series dominantes en mi casa, la serie Samurai (Inspirada en la obra Shogun de James Clavell), la serie Kaliman (basada en un personaje inventado para la radio mexicana en 1963) y Memin Pinguin (Que era una reedicion de la historieta original de 1952 de la autora Yolanda Vargas Dulché)... Todas las anteriores eran historietas color sepia (en aquellos tiempos nos importaba más la aventura que el color)  y atrapaban de principio a fin, lastimosamente cuando migramos de Usulután hacia Chalchuapa me topé que en esta zona del país no había cultura de historietas así que perdí la secuencia. Acá era aburrido los chicos que me rodearon preferían jugar basquetbol a leer(debo confesar que no podía jugar BKB), por otro lado y tiempo después vivimos en ambientes rurales (fincas de café) y mi gente campesina siempre la han mantenido lejos de la lectura los sistemas dominantes.

Con mi hermano disfrutábamos varias lecturas juntos y las comentábamos, nos fascinaba el mundo griego y sus tragedias entre ellas Antígona de Sófocles era la heroína por excelencia, la rebelde que se rebelaba contra el autoritarismo, por cierto les invito a leer la obrita.

La obra que marcó mi infancia es Moby Dick de Herman Melville, siempre la ame y me imaginaba navegando junto a Ismael y el capitán Ahab. Sentir los gritos de la tripulación y de los lugartenientes del barco (Stubb y Starbuck). Vivi el frenesi de la caza de ballenas para sacar su aceite, sentí la locura del capitán Ahab. ..... Quizá suene exagerado pero ame ese libro que me salvó de la locura de la guerra civil.

Ya ahora de viejo encuentro una frase atribuida a George Martin (si, el de Juego de Tronos) "un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee, vive solo una"... No me ufano de ser lector porque siempre lo he hecho por escape o necesidad, pero si me ufano de tener miles de vidas vividas. Y espero utilizar esa experiencia para ayudar a todo aquel que quiera ser ayudado.









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