El bambú aunque no lo parezca es una planta muy fuerte y ha estado presente en la vida cotidiana de los salvadoreños desde hace decenios por no decir siglos. Mi padre cuenta que lo usaban como canales para las casas, como tubería básica para llevar agua de un nacimiento de agua hasta las pilas de de captación (esto mas que todo en las montañas), en fin los usos de esas varitas de bambú son variados.
La casas de bahareque del siglo XX se hacían con un armazón de postes y .... varitas de bambú. De hecho muchas champitas de playa están hechas las paredes con varas de esa planta que aunque no es un arbol tiene la fuerza suficiente para mantener la estructura de una casa básica.
Su capacidad máxima se ve cuando sirven de barreras vivas para detener la erosión de los suelos. Tal es su fuerza que para el terremoto de 2001 cuenta un señor de la loma "La Papaya" (Sierra del Bálsamo) que del miedo salio de su casa "montaña arriba" y se tiro bajo una parra de bambú, pensó que moriría ahí al venirse la montaña en deslave. Cuando calmo el temblor la parra de bambú seguía en pie y el estaba sano y salvo solo cubierto de polvo. La montaña de cascajo donde vivía no cedió por la parrita.
En culturas asiáticas el bambú es una planta que roza en lo sagrado y tiene muchas utilidades, claro en esas tierras las variedades de la plantita son cientos.
Al contarle a mi madre de lo que había escuchado de la plantita, me mando a leer a uno de sus autores favoritos: Ismael Cala, en especifico el libro"El secreto del bambú". El libro lo compré en el kindle de Amazon y aunque no me pareció un libro excepcional (lo siento madre) encontré varias ideas, entre esta esta una que me impactó, los japoneses creen que en el bambú se encierra espiritualidad y la humildad. ¡Una planta humilde que resiste terremotos!
Por otro lado, indagando en la web que una variedad llamada bambú dorado sus semillas tardan siete años en germinar, y se tardan eso porque en ese tiempo forman "un colchón" de raíces. Cuando germina ¡crecen a razón de 15 cm diarios!
Me quede cavilando en todo lo que había leído y pensé: quiero ser el bambú que está naciendo. Quiero crecer rápido a partir de ahora y de paso ayudar a otros a crecer conmigo (el bambú es mas fuerte en parras), quiero que todos estos años de preparación, lectura y experiencias acumuladas (buenas y malas) sirvan para que otros y yo mismo trascendamos en esta sociedad.
Quizá muchos de los que me leen en este momento han pasado años en latencia (por circunstancias muy razonables no voy a dar a entender que por gusto han estado así). Es hora de germinar compañeros y amigos, y si ya lo hicieron es hora de crecer rápidamente como el bambú. Pero no olvidemos la humildad y la espiritualidad que debe acompañarnos en este viaje.
¿Preparado para germinar y dar lo mejor que hay en ti?
Ven dame tu mano y crezcamos juntos.
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