MEA CULPA EDUCATIVO (I)

Ya cuando el animo de escribir no alcanza, surgen de repente luces en tu mente que te avisan que tenes que volver a decir algo, que tenes que recalcar algo.
Nuestro sistema educativo es imperfecto como todos, pero tiene vicios, es  bancario, anula por completo el yo del alumno, evitando a toda costa que este piense. ¿O serán los profesores?
Bajo esa premisa me quede meditando y me dije que los docentes antes de criticar el sistema educativo actual debemos hacer un MEA CULPA en nuestro accionar.
En los muchos avatares y mil papeles con que nos enfrentamos los maestros a diario, en medio de ese bregar cotidiano, muchos servidores público de nuestro ramo nos olvidamos de aspectos básicos que tiene que ver con la enseñanza.
Basta visitar algunas escuelas e institutos y entrevistar a los alumnos para darnos cuenta que la aclamada calidad educativa no llega.
No me enfrascare en debatir o exponer ideas demasiado generales, así que me centrare en mis errores cometidos y enmendados (o por corregir):
1) Soy un tipo frío.
Comenzare con esta porque es la característica negativa que todavía persiste a pesar de mis pequeños esfuerzos por eliminarla.
Frío, en el sentido que vivo y dejo vivir. Si un alumno va mal en las materias me preocupo por explicarle N veces pero jamas indago el porque de su bajo rendimiento escolar.
2) Falta de planificación.
Es un error enmendado, aunque debo aclarar que siempre he planificado solo que el error clásico es que planifico lo macro dejaba a un lado las planificaciones especificas para cada jornada.
3) Enojado.
Soy por naturaleza un tipo enojado y que explota fácilmente, pero con el paso del tiempo y la experiencia he ido dejando a un lado para dar paso a alguien un tanto mas pacifico.
4) Anárquico.
Creo que mas de alguna vez algún maestro ha caído en este estado (claro algunos abusan)... En  mi caso particular caía en eso cuando no me avisaban de una reunión con antelación  y me exigen dejar a los chicos en clase, lo cual por anarquía y protesta los dejo en recreo.

La lista en un primer momento era mas grande pero en mi caso particular eran estos factores los que a veces me hacia caer en baches y me transformaba en un docente mas, de esos del monton... tratemos colegas de ser unicos y diferenciarnos de los docentes mediocres que solo hablan del sistema pero ellos mismos son parte del problema...

hacia adonde vamos salvadoreños?

Los salvadoreños somos gente acostumbrada a trabajar duro por los frijoles, el arroz y la consabida tortilla. Es mas a nivel mundial, a excepción de las pandillas, somos apreciados por nuestra laboriosidad. Sin embargo adolecemos de muchos defectos que impiden que como nación crezcamos.
Antes de entrar en detalle debo aclarar que mi afán no es herir susceptibilidades si no mas bien hacernos reflexionar con respecto a lo que debiera o debe hacerse.
Hace muchos años José Humberto Velasquez hacia referencia a la seudo cultura salvadoreña que el llamo la cultura del diablo. Uno de los aspectos que mas me llamaba la atención es el olvido enfermizo de los aspectos históricos lo que provoca que volvamos a repetir viejos errores lo cual va en detrimento del desarrollo de nuestra nación.
Uno de los primeros factores que retomo del librito es nuestra propensión a dejar las cosas para ultima hora y con el agravante de haber hecho cosas innecesarias en vez de lo que nos correspondía.
Hay características marcadas en el salvadoreño de hoy (unos mas que otros):
a) Egoísmo
Somos, en general, muy apegados a las cosas materiales y por ende nos dificulta la facultad de ayudar a otros o incluso a nosotros mismos. No hablo de dar dinero a la gente o regalar nuestras cosas, hablo del conocimiento que haría crecer a nuestro país.
b) Desconocimiento de la realidad que nos rodea.
No se trata de conocer y criticar al vecino se trata de informarnos de nuestra realidad político, económico, cultural y social para poder tener criterio y opinar. Siempre terminamos tomando el criterio del politiquero, del engañador para tratar de entender nuestro mundo.
c) Falta de visión de vida.
Nos aferramos al conformismo y a la autoconmiseracion y estos factores impiden nuestro crecimiento espiritual y profesional. No sabemos, ni queremos plantearnos retos para crecer y sin proponérnoslo nos estamos hundiendo en el sub mundo de la mediocridad.

Nos hace falta madurar como ciudadanos, ejercer verdaderamente nuestra ciudadanía y dejar de ser ciudadanos naturales como leía en un editorial de la UCA. (1)

(1) http://www.uca.edu.sv/noticias/nota.php?texto=586566287