lunes, agosto 09, 2010

Cuando los alumnos hablan. (Aplausos para los míos)

Siempre he pensado y se lo he dicho a algunos colegas que a  los alumnos a veces los deberíamos ver como nuestros “clientes” y nosotros como entes que damos un servicio. No lo escribo con ánimo mercantilista, si no como una forma de ver el proceso de enseñanza. Sustento mi idea loca en aquello que las empresas hacen y nosotros como maestros no, “escuchar a sus clientes”. Se retroalimentan de ello, innovan pero pensando en función de ellos.
Muchos docentes (aclaro, sé que no son todos) que conozco ven al alumno de menos y no como una fuente de ideas que podrían ayudar a transformar nuestra forma de dar clases. Tenemos demasiado “orgullo profesional” por decirlo de algún modo, de tal manera que nunca cometemos errores, lo sabemos todo, jamás olvidamos la planificación… y claro, si hay algún fallo, es culpa de todos menos de nosotros mismos.
Cito lo anterior porque el jueves 15 de julio de 2010 el Ministerio de Educación nos mando a hacer una pausa pedagógica, con el afán de encontrar propuestas para mejorar no solo las notas si no la calidad de educación que se brinda.
En el foro que montamos en el instituto se dio un espacio para que padres de familia y alumnos se expresaran y no solo hicieran una crítica si no que también propusieran alguna alternativa.
Este post, está dedicado a mis valientes alumnos que pusieron el dedo en la llaga (aunque siempre los ataron un poco, cuando les dijeron que “solo leyeran las criticas y las propuestas, y no las explicaran”)…. He aquí algunas consideraciones que ellos escribieron:
• Hace falta explicación de los temas. (muchas veces solo explicamos y asumimos que ellos saben, o como dice una maestra que conozco “en la universidad los van hacer levantados, hay que acostumbrarlos desde aquí” y deja medio explicado todo).
• Mala organización de tareas. (siempre lo he dicho pocos maestros utilizan verdaderamente la agenda)
• No cumple con las actividades de evaluación (no las hacemos, ni las calendarizamos)
• Se duplican notas en los exámenes (y el problema no es duplicar una nota, sino que a veces duplicamos la nota mas baja sin consultar con el alumno)
• Mas tiempo de actividades (quisieron pedir que a veces hay actividades que exigen mas tiempo por lo tanto hay que darle mas tiempo calendario)
• Disciplina por parte del docente. (por llevárnosla de “tranquilos”, incluyéndome, a veces dejamos pasar algunos actos de indisciplina en el aula)
• Revisión de cuadernos en clase. (hay maestros que revisan cuaderno en la hora de clase y los alumnos sin hacer nada)
• Notas a tiempo y ojo con la ponderación (no decimos la ponderación de la actividad, la revelamos hasta que ya hemos calificado, también no entregamos las notas a tiempo)
• Más motivación. (wow, a algunos maestros somos una especie de somnífero)
• Que se tome en cuenta la asistencia (ojo MINED en vez de inventarse una “coevaluacion” mejor démosle ponderación a la asistencia)
• Hay preferencia (los maestros caemos en el extremo de que como me cae bien, le hago favores).
• Poca confianza del maestro al alumno. (he oído maestros decir “ustedes no están a mi nivel, ni en edad, ni en experiencia, ni en lo académico, etc.”, para mí no es correcto la autoridad no significa egoísmo)
• Tiempo para los alumnos que dejan materia (muchos dejamos que los alumnos que dejan materias se las arreglen por si solos, craso error)

Creo que como docentes debemos hacer una reflexión y aceptar cuando nos equivocarnos, no sentir que porque ya soy “licenciado” ya lo sé todo y voy a dejar de hacer feedback con los clientes, que son nuestros alumnos. De ellos obtendremos insumos que nos ayuden a calibrar nuestro trabajo y obviamente mejorarlo en función de ellos mismos.

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