de la serie Educación en el Siglo XXI.
by hjalmar hernandez
La educación en este 2012 tiene que despegar y cambiar de rumbo. Evidentemente este cambio de rumbo debe partir del Ministerio de Educación. El problema radica que nuestras autoridades se empecina en crear cosas a partir de cero y en ese afán han dejado a maestro y alumnos en un limbo, no hay ayuda real en función de mejorar la educación.
Sin entrar en discusiones estériles, los programas de ayuda (utiles escolares, uniformes, etc) han convertido a muchos docentes y directores en entes administrativos obligando en muchos casos a dejar de un lado la tarea pedagógica.
El ministro anda mas preocupado con demostrar resultados de acciones inexistentes que da evaluar la calidad docente que tenemos en las escuelas publicas.
Por otro lado, hay que decirlo, nuestro gremio docente ha caído en un estado vegetativo como nunca. Nos hemos conformado a ganar el dinero sin trabajar tesoneramente para mejorar la calidad de la educacion o por lo menos la tarea pedagógica. No estamos buscando enriquecer nuestro conocimiento, no leemos y mucho menos escribimos. Nos quejamos de falta de recursos o de nuestra paga es baja pero no somos congruentes, no hay una relación costo beneficio entre el pago recibido y el rendimiento en aulas.
¿Y los alumnos? Puntualmente las quejas de los alumnos radica en los siguientes puntos:
1) Hay un ego intelectual en los docentes que no va acorde con nuestros saberes. Nos creemos tan gran cosa que no observamos que los alumnos saben mas en algunos aspectos. por otro lado este falso orgullo profesional nos lleva a no aceptar errores que cometemos al dar un tema o al nuestro actuar docente.
2) No hay una autofrmacion. es tan obvia que los mismos alumnos percibe nuestros falsos (mismos que no aceptamos) o traspiés. nuestras clases son insulsas o nos desviamos del tema adrede, ejemplo: comenzamos hablando de la Odisea y terminamos en política partidarista.
3) Falla de preparación de la clase cuando un maestro no ha preparado la clase hasta el alumno mas despistado lo nota.
4) Falta de claridad en la explicación de lo que queremos lograr en la materia.
¿Quo vadis Ministerio?
¿Quo vadis maestros?
