Helga Cuéllar-Marchelli*
Jueves, 12 de Noviembre de 2009
Hace unos días se aprobó la Ley de Presupuesto General del Estado 2010 y sé que muchos están interesados en saber cuánto se le asignará a educación y cuáles serán las prioridades de inversión en este sector. Le pido que me dé unos minutos de su tiempo para contarle lo que debe saber sobre el presupuesto de educación para el próximo año, lo que puede provocarle alguna reflexión que quizá desee compartir con sus colegas, sus amigos o algún conocido. La buena noticia es que educación continuará siendo una prioridad de inversión pública, pero con la novedad que para el próximo año recibirá una asignación menor en el presupuesto. Aunque desde hace una década o más, cerca de la mitad de los fondos para desarrollo social fueron destinados al Ministerio de Educación (MINED), según el proyecto de ley el monto que le ha sido asignado para 2010 es US$666.61 millones, y será menor en US$35.9 millones que lo presupuestado para este año.
Se proyecta que esta inversión represente el 2.9% del Producto Interno Bruto (esfuerzo nacional) y el 18% del presupuesto total (esfuerzo fiscal), porcentajes muy cercanos a los valores promedio de ambos indicadores durante los últimos diez años (3% y 17.3%, respectivamente). En otras palabras, para 2010 se ha presupuestado menos para educación, pero se mantiene el mismo esfuerzo gubernamental en este sector, tomando en cuenta las proyecciones de crecimiento de la economía y la capacidad financiera del Estado para cumplir con sus obligaciones.
No piense que la reducción en el presupuesto de educación se explica únicamente por las restricciones fiscales actuales y el impacto de la crisis mundial. Hay dos cambios importantes en la gestión gubernamental que también ayudan a explicar esta situación. En primer lugar, la creación de la Secretaría de Cultura (antes Concultura) y su traslado a la Presidencia de la República ha resultado en US$14.2 millones menos para el ramo de Educación.
Y, en segundo lugar, se ha decidido dejar de transferir US$11.8 millones en subsidios a instituciones privadas que implementan programas educativos, incluyendo las transferencias a organizaciones no gubernamentales que tienen convenios con el MINED, para administrar los institutos tecnológicos públicos. Esto último sugiere un cambio de visión en la configuración de las alianzas público-privadas para el desarrollo de la formación técnica y la tendencia hacia una menor participación del sector privado en la ejecución de programas o proyectos educativos financiados con fondos públicos.
Es interesante advertir que a diferencia de años anteriores, el presupuesto del MINED y los de otras carteras de gobierno, fueron aprobados sin contar con un plan quinquenal con objetivos y programas bien definidos que sea del dominio público. No obstante, al examinar la justificación del presupuesto y la distribución de los fondos según su destino, se deduce que la nueva política pública busca fortalecer a la educación como derecho, desarrollar la ciencia y la tecnología y dar un mayor protagonismo a las direcciones departamentales en la administración.
No se ha incluido en el presupuesto el financiamiento para ampliar el programa de alimentación escolar para la zona urbana, ni la dotación gratuita de uniformes, zapatos y útiles a los estudiantes. De momento, existe la iniciativa de reformar el Presupuesto Extraordinario de Inversión Social 2009-2011 para cubrir estos gastos corrientes, sacrificando fondos originalmente asignados para inversión en infraestructura escolar. También llama la atención que del presupuesto de educación se ha eliminado la partida "apoyo al Plan 2021", lo que puede reflejar poco o ningún interés en reconocer lo bueno y profundizar una reforma educativa ya iniciada.
¿Hacia dónde vamos en educación? ¿Qué piensa usted?
*Gerente de Educación, Fusades.
tomado de: http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=4241177
