lunes, febrero 01, 2016

Hagamos algo por aquellos que una vez lo dieron todo

Ser un hombre o mujer que sobrepase los 65 años en este país se está condenado al ostracismo o en el mejor de los casos a vivir con lo mínimo los últimos años de tu vida. Si vemos lo cultural, en nuestro país no hay cuido a los adultos mayores, es más los creemos invalidos y evitamos que hagan actividades (acorde a su edad y fuerzas) y por ende los estamos condenando a morir por inactividad.
No voy a pedir que seamos como en Japón donde los adultos son respetados porque ellos guardan la sabiduría atesorada durante sus años de juventud y trabajo, es mas cuando mueren se les recuerdan con gran reverencia y se les pide a las nuevas generaciones guardar el respeto hacia esos hombres y mujeres que marcaron la pauta de nuestra familia.
Partiendo del ejemplo anterior, si pediré que comencemos a respetarlos y es mas aprender de ellos, los jóvenes de ahora solo los ven como ese “viejito bueno para nada del abuelo” y al no poder llevar el ritmo de vida, los cipotes terminan viendo a los ancianos como objetos obsoletos. No es culpa de los jóvenes, al final es nuestro sistema capitalista salvaje ha propiciado esa visión de que al jubilarnos “ya no servimos”.
Por otro lado, nuestros gobiernos (todos porque no es cuestión de ideologías sino falta de acción) no han hecho gran cosa por nuestros ancianos, de hecho la pensión (no de AFP) que reciben algunos es de un dólar mensual. El gobierno actual está haciendo un proyecto de ley donde se dará atención integral al adulto mayor (consultas gratuitas, programas de atención y esparcimiento, y otras minucias) mas lastimosamente el proyecto aunque fuera aprobado no hay fondos para llevarlos a cabo.
El mes de enero ya pasó, sin pena ni gloria para los ancianos, pero sí te convido a ejercer tu ciudadanía y ayudar a aquellos que ya pasan de las seis décadas, si trabajan o hacen actividades dejen que las realicen, eso les da vida. No hablo de quererlos, porque mas de algún lector quizá piense que no va a empezar a querer a su papá o mamá justo ahora, solo hablo de colaborar a que sus vidas no se vayan por un tubo. Tampoco hablo de dinero, quizá pueda colaborarles en alguna tarea del hogar, o con solo el hecho de visitarlos usted ya ha hecho algo por ellos.
¿Qué más hacer? Comience a fomentar en sus hijos el respeto a los adultos mayores, no por usted sino por los ancianos que se agregaran a la sociedad en los próximos años. Si hace eso, poco apoco se ira eliminando el estigma de “viejos que ya no sirven” impuesto por el capitalismo y por qué no contar algún dia con un programa integral de cuido del adulto mayor.
Mientras tanto tratare de cuidar a mis viejitos.