lunes, octubre 03, 2011

EL BICENTENARIO


por  Verónica Sandoval

Estudiante de 3er año de bachillerato comercial, Instituto Nacional Texistepeque.

En el año de 1811 nuestro país se enfrentó a un acontecimiento que marcó completamente la historia del país: el primer levantamiento en contra del gobierno español. La corona española atravesaba un momento político muy inestable lo cual repercutía en todos los planos de  nuestra sociedad (político y económico principalmente) esto a su vez provocó que se alzaran voces en contra de los representantes del poder regio en nuestro país.

La conquista en América tuvo sus ventajas y desventajas, pues a parte de llevarse nuestras riquezas, también hicieron desaparecer la mayoría de costumbres y tradiciones indígenas; mezclaron razas y cambiaron radicalmente nuestro país. Algunos de los cambios configuraron nuestro quehacer ciudadano para bien como el hecho de introducir la creencia en un solo Dios, implementar la educación e integraron a la vida organizada a las provincias, claro bajo la cultura castellana.

Hacia 1811 los habitantes de El Salvador estaban agobiados de estar bajo el régimen español, durante 300 años y el desencanto hacia la autoridad española era creciente:
La corrupción administrativa, el maltrato hacia los indígenas y mestizos, la desigualdad entre los criollos y españoles peninsulares, el establecimiento de monopolios reales que limitaba el desarrollo de la economía americana, no se modernizaba o diversificaba la producción y la comercialización y la ilustración, todos estos fueron factores que influyeron para gritar las necesidades de libertad que era notoria en la nación. El 5 de noviembre de 1811 ocurrió el acontecimiento más notorio del tiempo: el primer grito de independencia, encabezado por los sacerdotes José Matías Delgado y los hermanos Aguilar, junto al general Manuel José Arce junto a un grupo de criollos. Dando inicio a una serie de levantamientos realizados el 4, 5 y 6 de noviembre en San Salvador, San Pedro Grande y Santiago Nonualco; el día 17 en Usulután, Chalatenango y Tejutla el 20 en Santa Ana, el 24 y 30 en Metapán, 20 de diciembre en Sensuntepeque.
En Santa Ana la sublevación fue liderado por Dominga Fabia Juarez de Reina, Anselma Ascencio, Juana Evagelista, Ines Anselma Asencio de Roman, etc. En Metapán por Maria Madrid y Francisca de la Cruz Lopez quienes fueron liberadas gracias al indulto promulgado el 3 de marzo de 1812 tras ser capturados. También estaban Micaela Arbizú, Manuela Marroquin, Ursula Guzman, Patricia Recinos entre muchas otras, algunas de ellas catequistas.

El hablar del bicentario no se enfrasca en solamente el primer grito de independencia, sino también en las huellas oscuras y claras que dejó a su paso, las tantas muertes de personas inocentes que fueron mutiladas sin piedad, el llanto imparable de pequeños niños que vivieron en carne propia este acontecimiento y quienes guardaron un trauma fatal durante toda su vida y el convertir a algunos habitantes del país que eran personas humildes y sencillas a personas despiadadas y sangrientas que acudieron al asesinato como solución a los problemas.

Cabe mencionar que el primer grito de independencia, permitió al pueblo salvadoreño salir de una dependencia esclavizada y dio paso a una nueva etapa de independencia y oportunidades para el pueblo salvadoreños y Centro América  y por lo cual hoy en día tenemos la oportunidad de aspirar a una democracia en su totalidad, viviendo como jóvenes nuestra desafiante actualidad, la de vivir y alcanzar una armonía nacional, donde haya una equidad total y podamos darnos cuenta que la única forma de solventar problemas es un mesa de diálogo donde ambas partes expongan sus opiniones y se llegue a una solución.

Como jóvenes tenemos el compromiso de llevar al país a una mejora total pues somos nosotros quienes en un futuro no lejano ocuparemos puestos importantes donde podremos contribuir a un mejor El Salvador.