lunes, agosto 30, 2010

¿Qué se nos olvidó a los docentes?

De la serie EDUCACION DEL SIGLO XXI
Por Hjalmar Sarbelio Hernández Pérez
LO QUE OLVIDAMOS LO MAESTROS.
Las correrías propias de la escuela, el papeleo inmenso que pide el Ministerio de Educación, las presiones económicas y familiares, hasta terminar en nuestra forma particular de ver el mundo y en especial el Proceso de Enseñanza Aprendizaje.

Los maestros que estamos en el sistema público de educación muchas veces nos olvidamos que el alumno es un humano más con sus propias luchas internas, sus propias crisis, su propio entorno.
Nos excedemos con las tareas, y no lo digo con el ánimo de sonar “ganguero”, no nos ponemos a pensar en los gastos que ellos les tocaran incurrir para hacer una de nuestras tareas (que por cierto exceden muchas veces los presupuestos familiares). Nos hemos vuelto profesores snob, en el sentido que “aprovechando” la conexión a Internet les exigimos al alumno trabajos “pasados” a computadora (y hay de aquel que no lo entregue “presentable”) cuando ni siquiera exigimos el mínimo de calidad en las mal llamadas “introducciones” de los trabajos, o en muchas ocasiones ni leemos.

Pero, ¿Qué se nos olvido?
  • Que al alumno le estamos prestando un servicio y que el pueblo nos paga con sus impuestos (no era el ex presidente Elías Antonio Saca, no es el actual presidente Mauricio Funes… es el pueblo)
  • Que el joven es un humano y que puede tener su propio entorno familiar y social.
  • La pasión por enseñar. Vemos nuestro trabajo como una fuente simple de ingresos y nos preocupamos mas por pensar en nuestro salario que en la calidad de servicio que brindamos.
  • La acción. Muchos profesores nos la llevamos de “pedagogos” y  nos pasamos la vida hablando de lo que debe de hacerse pero no actuamos. Pasamos la vida criticando cada reforma educativa que se plantea y dejamos nuestro trabajo a medias.
  • Innovar. Venimos enseñando de la misma forma. Vienen y van reformas educativas, teorías de la educación, y el profesor sigue enseñando a la misma usanza que él cree conveniente.
  • La agenda. Menciono esto porque los maestros somos los que deberíamos llevar una agenda personal para organizar el trabajo y caer en aquello de sacar trabajos de la manga de la camisa sólo por tener notas que agregar al cuadro (muchas veces ni sabemos que parámetros aplicar para calificar, o peor aun ni leemos los trabajos).
  • Que la confianza en nuestra experiencia es mala consejera. Lo que intento dar a entender es que muchos maestros ya con diez años o más de experiencia en un área, nos confiamos y ya no planificamos las clases a tal grado que llegamos a inventar al aula (a inventar desde tareas hasta las clases en sí)
  • Fomentar la unidad. Muchos maestros critican a otros maestros delante de sus alumnos, generando un clima de desunión que puede perjudicar el trabajo en la escuela. También existen gente que se dice “profesional” y vive para darle zancadilla al compañero solo por una simple envidia. También los hay que tienen una visión parcializada y etiquetan a los alumnos y a los compañeros (por ejemplo aquel es “dundo” y por ende no le ayudo)

Existen muchas cosas más que los docentes hemos olvidado, quizá por dejación o por el estrés propio de la vida en el aula. Pero igual se ha olvidado, creo que debemos volver a nuestra esencia como docente: ENSEÑAR, GUIAR, ACONSEJAR, CONOCER, INNOVAR LA ENSEÑANZA, SER PROACTIVOS, TENER PASION PARA NUESTRO TRABAJO.

¿Qué mas crees que se nos olvidó?

Actualización, noviembre 24 2010: Ricardo rojo también responde a la pregunta:  http://ricardo-octubrerojo.blogspot.com/2010/10/que-se-nos-olvido-los-docentes.html

lunes, agosto 09, 2010

Cuando los alumnos hablan. (Aplausos para los míos)

Siempre he pensado y se lo he dicho a algunos colegas que a  los alumnos a veces los deberíamos ver como nuestros “clientes” y nosotros como entes que damos un servicio. No lo escribo con ánimo mercantilista, si no como una forma de ver el proceso de enseñanza. Sustento mi idea loca en aquello que las empresas hacen y nosotros como maestros no, “escuchar a sus clientes”. Se retroalimentan de ello, innovan pero pensando en función de ellos.
Muchos docentes (aclaro, sé que no son todos) que conozco ven al alumno de menos y no como una fuente de ideas que podrían ayudar a transformar nuestra forma de dar clases. Tenemos demasiado “orgullo profesional” por decirlo de algún modo, de tal manera que nunca cometemos errores, lo sabemos todo, jamás olvidamos la planificación… y claro, si hay algún fallo, es culpa de todos menos de nosotros mismos.
Cito lo anterior porque el jueves 15 de julio de 2010 el Ministerio de Educación nos mando a hacer una pausa pedagógica, con el afán de encontrar propuestas para mejorar no solo las notas si no la calidad de educación que se brinda.
En el foro que montamos en el instituto se dio un espacio para que padres de familia y alumnos se expresaran y no solo hicieran una crítica si no que también propusieran alguna alternativa.
Este post, está dedicado a mis valientes alumnos que pusieron el dedo en la llaga (aunque siempre los ataron un poco, cuando les dijeron que “solo leyeran las criticas y las propuestas, y no las explicaran”)…. He aquí algunas consideraciones que ellos escribieron:
• Hace falta explicación de los temas. (muchas veces solo explicamos y asumimos que ellos saben, o como dice una maestra que conozco “en la universidad los van hacer levantados, hay que acostumbrarlos desde aquí” y deja medio explicado todo).
• Mala organización de tareas. (siempre lo he dicho pocos maestros utilizan verdaderamente la agenda)
• No cumple con las actividades de evaluación (no las hacemos, ni las calendarizamos)
• Se duplican notas en los exámenes (y el problema no es duplicar una nota, sino que a veces duplicamos la nota mas baja sin consultar con el alumno)
• Mas tiempo de actividades (quisieron pedir que a veces hay actividades que exigen mas tiempo por lo tanto hay que darle mas tiempo calendario)
• Disciplina por parte del docente. (por llevárnosla de “tranquilos”, incluyéndome, a veces dejamos pasar algunos actos de indisciplina en el aula)
• Revisión de cuadernos en clase. (hay maestros que revisan cuaderno en la hora de clase y los alumnos sin hacer nada)
• Notas a tiempo y ojo con la ponderación (no decimos la ponderación de la actividad, la revelamos hasta que ya hemos calificado, también no entregamos las notas a tiempo)
• Más motivación. (wow, a algunos maestros somos una especie de somnífero)
• Que se tome en cuenta la asistencia (ojo MINED en vez de inventarse una “coevaluacion” mejor démosle ponderación a la asistencia)
• Hay preferencia (los maestros caemos en el extremo de que como me cae bien, le hago favores).
• Poca confianza del maestro al alumno. (he oído maestros decir “ustedes no están a mi nivel, ni en edad, ni en experiencia, ni en lo académico, etc.”, para mí no es correcto la autoridad no significa egoísmo)
• Tiempo para los alumnos que dejan materia (muchos dejamos que los alumnos que dejan materias se las arreglen por si solos, craso error)

Creo que como docentes debemos hacer una reflexión y aceptar cuando nos equivocarnos, no sentir que porque ya soy “licenciado” ya lo sé todo y voy a dejar de hacer feedback con los clientes, que son nuestros alumnos. De ellos obtendremos insumos que nos ayuden a calibrar nuestro trabajo y obviamente mejorarlo en función de ellos mismos.